miércoles, 3 de febrero de 2010

Retratos (II)



Si supiera con certeza que no le molestaría, diría su nombre. Los nombres de reyes fueron creados para ser mencionados. Pero eso sería casi un ultraje para una persona insospechablemente tímida y reservada que con tanto celo se ha esforzado por preservar su intimidad de los juicios fáciles e insulsos, emitidos por mentes aún más simples y anodinas. Aquellos que derrumban lo que debiera ser admirado.

Sería demasiado sencillo resaltar su superficie de galán tierno y distante, de atractiva simpatía y sonrisa encantadora a la par que mordaz. Trivial describir sus aires de hombretón felizmente atormentado. O atormentado, con incursiones en la calma y la felicidad. No, quien ama la complejidad nunca se conformaría con la evidencia.

El riesgo de indagar en los reversos es el de caer en la adicción de los enigmas. Con el tiempo, se difumina el objetivo de encontrar respuestas por el de no perder nunca el estímulo que provocan las incógnitas.

Y él es un adicto a los reversos y las escalas de grises. Podría conformarse con la imagen de su reconocido altruismo, de ese preciado y singular consuelo que ofrece con paradójica inmisericordia. Pero es quizás su inusitada nobleza la que lo impide detenerse en su generosidad fácil y lo impulsa a buscar cuanto de mezquindad pueda existir su interior. Invisible para cualquier persona conocedora de mundo, cegadora para él. La soledad de esa visión, la certeza de saberse conocedor de algo oculto para todos los demás, lo aterra. Desearía poder ser como el resto, que deciden ignorar cuanto de oscuro pueda existir en ellos y arrojarse a la cómoda mediocridad, solo que él no está hecho para ella.

Ha transcurrido mucho tiempo desde la última vez que lo vi. Pero si tuviera que recordar una imagen de él, escogería imaginar una en blanco y negro, más ajustada a la verdad que la realidad en sí misma. Sería una de esas instantáneas misteriosas de luces inciertas tomadas a individuos que parecen absueltos del paso de los años. Anacrónicos. Con una mirada penetrante que traspasa el tiempo y el papel, enigmática, tan expresiva en su silencio. Según cómo se enfrente uno a esos ojos, en ocasiones parecen ocultar el anhelo callado de regresar a la infancia y detener allí el transcurso del tiempo, mientras que en otras, paradójicamente, muestran el deseo de vislumbrar el final del camino y conocer y comprender, tras la larga búsqueda, el lugar que le corresponde.


Es un niño adulto que creció leyendo novelas negras, aquellas en que el protagonista sabía que a la vida había que tratarla con no más seriedad de la imprescindible. Y sin percatarse de ello se ha convertido en uno esos héroes, tipos duros y misteriosos que, muy a su pesar, terminaban actuando guiados tan sólo por una nobleza magnífica.

En suma, es complejo, oscuro, inescrutable. Con una sonrisa fácil que dice más de lo que le gustaría pero mucho menos de lo que podría. Siempre a media sombra. Claro que así no tiene que lidiar con la responsabilidad que conlleva el propio reconocimiento de las grandes cualidades.

Si supiera que lo hubiera aceptado sin resistencias, me habría deshecho en elogios hacia una persona de humor inteligente e ironía delicada con la capacidad de hacer reír con extrema facilidad e impartir levedad a la vida. Le agradezco cuantas veces me ha ayudado a no sucumbir sepultada bajo su peso. Sin embargo, con una sabiduría genial, afirmaba Paul Auster en Un Hombre en la Oscuridad que “una buena persona se niega a creer que lo es porque sólo los buenos dudan de su propia bondad, y eso es precisamente lo que los hace así”. No, él nunca lo aceptaría.

2 comentarios:

  1. Ruth!!! no sabia que tenies blog...taniré seguint per aquí.
    M'agrada molt el teu llenguatge tant clar, tant concret i precís, on cada paraula té una utilitat definida i concisa.

    from la Maria (de Sant Pau)

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  2. Hola Maria!
    M´alegra molt saber que t´ha agradat. Jo també vaig llegint el teu blog, i la veritat és que m´encanten les teves històries tendres de finals sorprenents.

    Gràcies per les teves paraules :)

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